Las harinas son un claro ejemplo de lo que el marketing es capaz de hacer, hoy veo con asombro a personas combatiendo su obesidad mientras se comen un PAN DE ARROZ o pan de HARINA DE QUINUA, creyendo que eso es más sano que un pan de harina de trigo porque no tiene GLUTEN y se les olvida que la obesidad es un problema de INSULINA.
Empecemos por el principio.UNA HARINA ES UNA HARINA, VENGA DE DONDE VENGA. Las harinas son un polvo fino que se extrae de moler un cereal, una legumbre o un almidón.
Al igual que con los jugos de frutas, donde yo tengo que macerar y destruir la fruta, acá tengo que pulverizar un cereal, un fruto seco o una legumbre, es decir, tengo que destruir LA MATRIZ ALIMENTARIA.
Así que, como tomar jugo de naranja no es igual a comer una naranja, tampoco es igual comer almendras a comer harina de almendras.
Las harinas se absorben muy rápido en nuestro tracto digestivo, por lo tanto sus efectos sobre las hormonas son más acelerados. La saciedad de las harinas también es reducida, por lo cual habrá una tendencia a comer más para sentirnos satisfechos.
Pero vayamos más allá. Analicemos la materia prima. Los cereales de nuestra era han cambiado, el trigo y el maíz que se consume hoy en día dista mucho del trigo y maíz que tenían nuestros abuelos, hoy estos granos son transgénicos y aún no se sabe bien como interactúen con nuestro ADN y nuestras hormonas.
Ahora vayamos a lo más importante, ¿cómo interactúan con mi insulina?Recordemos que obesidad significa RESISTENCIA A LA INSULINA. Por lo tanto, que tantos carbohidratos tenga la harina que me estoy comiendo es importante .Y en ese sentido el panorama es devastador, casi todas las harinas: trigo, quinua, maíz, avena y arroz tiene la misma cantidad de carbohidratos, entre 60 a 70%. Las de garbanzo y arveja tienen un poco menos, 40 a 50%. Luego sigue la de coco con un 20% y finalmente la de almendra con un 8%.
Eso quiere decir, que si tengo una resistencia a la insulina, va a ser muy difícil salir de ella comiendo cosas hechas con harina de trigo, avena, arroz, quinua y maíz. Convendrían productos hechos con harina de almendras o de coco, pero en porciones muy pequeñas. Harina es harina.
